20 de diciembre de 2017

Les Magnòlies* (Arbucies, Girona)


Mi hermano y yo en el paisaje de Magnòlies
Hacía ya meses que no iba a un gastronómico y ya lo echaba de menos; como conocía a Victor (segundo de cocina) que también había estado en Mugaritz* me animé con mi hermano a probar Les magnòlies, en Girona, el 3 de noviembre. 

El restaurante está abierto desde hace más de 20 años, y a pesar que empezó siendo un restaurante de cocina tradicional hoy mantiene una carta elaborada, dos menus degustación - 66€ y 85€ - y ostenta una estrella Michelín desde 2012. Además, desde hace unos años llevan un catering professional para bodas y eventos privados. 

Nosotros escogimos el menú largo, que consta de 9 snacks y 6 platos, 3 postres y los petit-fours.



Carpaccio de setas con vinagreta de piñones
Un sabor muy terroso bañado con un aceite brillante.



Chalota avinagrada y asada con tataki de presa ibérica y granada
Un bocadito àcido y graso al mismo tiempo, aunque para mi gusto la granada aporta poco sabor. 



Crujiente de maíz con esqueixada de bacalao
Esta torta nos pareció espectacular. El conjunto realmente tenía sabor a esqueixada y no era más que una torta de maíz (me gustaría saber cual es la técnica para que tenga esa apariencia, parecida a las tortillas de camarones de Ángel Leon). Una pasada de sabor y textura.  



Envuelto de bogavante y aguacate, sopa de almendras (como un ajoblanco) y helado de Módena
Buenísimo bocado pero el bogavante aportaba poco sabor. Dominaba el ácido del helado y el ajoblanco, que se queda corto. Otra vez el juego de textura grasa con sabor ácido que ayuda a limpiar. 



Berenjena y sardina anchovada a la brasa con burrata
Esta combinación 'ahumada' también fue un bocado muy carnoso y agradable, aunque no se notaba ningún tipo de queso.  



Tabulé de quinoa al cilantro con huevo de codorniz
Me pareció un plato interesante y diferente. Es la primera vez que veo quinoa en un menú degustación y también me gusto la presentación del huevo 'rebozado' en crutomat



Emulsión vegetal con caviar de arenque y panceta
Un plato de cuchara como pocos he probado, el sabor a verduras era intensísimo y reforzado por el caviar de arenque, ideal con la textura y sabor graso de la panceta del final que se deshacía en la boca.  De esos para recordar...



Cefalópodo ensartado con romescada y hierbas crujientes
A mi gusto le faltaba un poco de maillard para que tuviera más sabor. Combinado con la romescada y el perejil frito recordaba a plato costero total.



Royal de brócoli con pie de cabra y azafrán
No me gusto mucho ni por el sabor ni por la textura.



Huevo rebozado con crema de alcachofas, mojama y picatostes de torrezno
Otro de los platos que quedan 'apuntados', la combinación de la explosión de grasa de la yema de huevo con la crema era brutal. Yo en su lugar habría usado un huevo más pequeño o incluso de codorniz. Poner un huevo de gallina entero en un menú tan largo es llenar demasiado.



Parrillada de setas de temporada con tocino y costilla lacada
La costilla se fundía literalmente en la boca, si no recuerdo mal estaba servida con un alioli muy ligero que le iba a la perfección. Otra vez una ración demasiado grande de 'setas' que yo no pude terminar pensando que todavía estábamos en aperitivos; con una de cada habría bastado para probarlas. 




Arroz socarrat de setas, calabacín y gamba de Blanes
Ideal tostado pero no quemado. El intenso sabor a gamba le restaba protagonismo al calabacín.



Canelón de pato asado, su hígado, peras y piñones
Otro plato suculento de esos que empiezas y no pararías con la clásica combinación de pato con pera, se funde en la boca. Es muy contundente y se agradece que sea un bocado pequeño. 



Suquet de rubio, rebozuelos y ajos confitados
No es de los mejores platos que recuerdo del menú, bien cocinado y sin nada que destacar. 



Cabrito al ast con salsifís glaseados y crumble de asado y chips
Tanto las chips como los salsifís armonizan genial con el cabrito que tras horas de cocinado, es otra carne súper intensa que casi se funde en la boca.  

Llegados a esta altura del menú, estábamos algo saturados de tantos sabores y en tanta cantidad. Realmente fue mucha comida, y queríamos terminar de comer. La próxima seguro que cogemos el menú corto... 



Helado de leche de oveja, granizado de eneldo y crujiente de leche
Un postre muy fresco y muy mantecoso al mismo tiempo, el eneldo limpiaba la grasa y dejaba muy buen sabor que sorprendía para un postre. 



Calabaza asada, mandarina y helado de calabaza
Me recordó un poco a una versión de un cheesecake. La calabaza confitada junto con la crema y luego el frescor del sorbete era muy apetecible, y el emplatado cromático me gustó mucho. 



Chocolate, helado de laurel y topinambur
Tanto la combinación de sabores como las texturas eran perfectos (no imaginaba que el laurel le fuera tan bien al chocolate) y el emplatado en este 'vasito' es original. Tenía la apariencia de un jardín, desde bajo tierra hasta la superficie y los sabores también recordaban a montaña. La mousse de la base estaba deliciosa y a pesar de lo llenos que estábamos comentamos con ironía de pedir otra ración... 



Petit Fours
Estaban deliciosos, pero a este punto del menú estábamos los dos empachados. 



Tomando los cafes en la terraza con buenas vistas a la montaña, dónde pudimos disfrutar de una buena charla con Víctor. 

La experiencia para los dos ha sido de esas que vamos a recordar. Lo único que se les podría 'reprochar' es que para nuestros estómagos fue demasiada comida, y en estos casos a veces menos es más. Quizás estaría bien reducir un poco los aperitivos para dar cabida a los platos y los postres.

El servicio muy atento en todo momento y el restaurante es para quedarse un buen rato, en apariencia una masía antigua pero por dentro completamente moderno y renovado cuidando el detalle; y las vistas desde la parte de atrás a la montaña, que en ese momento estaba toda llena de tonos verdosos y marrones hicieron el sitio ideal para terminar la comida. 

En definitiva, un sitio para volver y recomendar, con una buena cocina hecha con amor y originalidad.

6 de septiembre de 2017

Fudgy brownie de frutas (vegano, sin gluten)


Últimamente estoy inspirada.

Cada vez que veo una fruta estropeada en casa se me ocurren mil maneras de aprovecharla haciendo algo dulce. 

También es verdad que no siempre sale bien, a veces me salen auténticos desastres. Otras me salen maravillas como este brownie. 
Aunque su textura recuerda más a una mezcla entre fudge y flan... 


A pesar de ser hecho de frutas (plátanos de esos que quedan olvidados en el frutero y acaban más negros que la noche), no sabe nada de nada a fruta, pero le da la textura untuosa ideal.

Tiene un sabor muy intenso a chocolate que se funde en la boca y además es mucho más ligero que el brownie original.
No queda nada de lo que quejarse.
Y sí, también se hace en un visto y no visto.


Yo he hecho la versión vegana pero se pueden adaptar a cualquier gusto. Queda genial con trozos de lo que sea: frutos secos, chocolate, fruta deshidratada...

Ingredientes:
2 plátanos my maduros
2 manzanas dulces (pink lady, golden...)
1/2 vaso de cacao en polvo sin azúcar
4 cdas. de sirope de ágave
3 cdas. leche vegetal
Chocolate 85% a trozos
1/2 cdita. de bicarbonato y 1/2 cdita. de levadura química
unas gotas de esencia de vainilla


Preparación:
Pelar y cortar las manzanas a cuartos, sacándoles el corazón. Cocerlas en el microondas durante 7 minutos a máxima potencia cubriéndolas sobre un plato con plástico film.

Una vez cocidas, triturarlas bien con un tenedor y mezclarlas con los plátanos también chafados.

Añadir el cacao en polvo y los demás ingredientes e incorporarlos a la mezcla.

Si tenéis tiempo, el resultado es mucho mejor si la masa a reposado unas horas en la nevera previamente. Yo la dejo ya en el molde (forrado con papel vegetal), la tapo para que no se seque y la dejo medio día. Luego directamente al horno.

Hornearlo en el horno precalentado a 175ºC durante 25 minutos aproximadamente.


Y como digo siempre, "espero no tardar otro siglo y medio en publicar!!"😅

¡Hasta pronto! Un besote a los que me quieran, y a los que no me quieran también 😘

16 de junio de 2017

Pimientos rellenos de boloñesa vegana


Ahí va otra receta sana y apta para tupper 💚.

Se hace rápido, la question es ponerse, y luego es deliciosa incluso recalentada.
Con estas cantidades da para casi dos pimientos (4 mitades rellenas) o si son muy grandes pues para 2-3 mitades.


Yo no la he gratinado, he usado levadura de cerveza que hace como de queso en sabor, pero si preferís lo podéis gratinar. Si no coméis queso, una buena opción es el queso vegano para rellenos que publiqué hace tiempo, o el mejor queso que he probado para fundir, de altramuces.



El verano pasado también publiqué una boloñesa vegana hecha de lentejas, esta vez para estos pimientos he hecho una de soja texturizada. El sabor de ambas es bastante parecido, sin embargo me gusta más la textura y la cremosidad de la de lentejas, aunque eso es questión de gustos. Así que si lo preferís podéis cambiar ésta boloñesa de soja por la otra, la tenéis aqui.

No los hago con bechamel porque me parecen muy empalagosos.


Ingredientes:
Para el sofrito:
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
1/3 de rama de apio
2 pimientos medianos (solo 1/2 para el sofrito)
2 vasos de tomate triturado (natural mejor)
Aceite de oliva virgen extra
sal y pimienta

100 gr. de soja texturizada pequeña
El 1 y 1/2 pimiento rojo (el resto del sofrito)
Queso vegano para gratinar o queso duro, levadura nutricional o lo que prefiráis


Elaboración:
Podéis hornear als mitades de pimiento unos 20 minutos a 175ºC antes de rellenarlas si os gusta el pimiento más cocido, yo no lo cuezo y lo meto crudo una vez relleno.

Hacer un sofrito con los vegetales añadiendo primero la cebolla y el ajo picados, el apio y el pimiento todo picado pequeño. Dejarlo pochando 20 minutos a fuego bajo.

Mientras, dejar la soja en remojo en agua caliente para que se hidrate. Con 5 minutos basta.

Salar el sofrito y luego añadir la soja colada, y después, el tomate triturado y dejar que reduzca hasta la mitad y quede una salsa espesa. En este punto yo le añado pimienta, orégano fresco y un toque de comino y levadura nutricional o de cerveza justo después de apagar el fuego.

Dejar enfriar el relleno y ya podréis rellenar los pimientos y ponerles el queso que queráis. Con 15 minutos a 180ºC y 5 más a gratinar, quedan perfectos.

Que os aproveche!😊

18 de mayo de 2017

Barritas sanas de chocolate y cacahuete


Hace algo así como dos meses que no escribo nada. Siempre pongo la misma excusa de falta de tiempo... lo sé.

A duras penas encuentro el momento para cocinar nuevas recetas o probar cosas guais, todavía menos para ponerme frente a la pantalla y escribirlas.


Entre estudiar y trabajar, tengo casi todos los días a full, y a la mínima que tengo un día de calma lo aprovecho para avanzar tareas atrasadas, hacer deporte o salir con los míos.
La vida es cuestión de prioridades, está claro. 

Y eso no significa que haya perdido el interés por blog. No tengo el mínimo interés en dejarlo. Es más, quiero continuar hasta el fin de mis días publicando recetas, si hace falta, de papillas.


Así que de vuelta a trabajo, os traigo unas barritas súper crunchis de chocolate y cacahuete que etiqueto como sanas y veganas (para variar...😋). Eso sí, tan sanas como energéticas.

La receta la he sacado de mi amado Arman, por tercera vez, después del exitazo de los banana cups y los muffins de falafel y boniato. Además se puede hacer versión sin gluten si los cereales son aptos.


Ingredientes (para 9 cuadraditos pequeños):
100 gr de chocolate negro sin azúcar (yo usé valor 70% con stevia)
100 gr. de mantequilla de cacahuete (yo la hago casera, con cacahuetes tostados y sin azúcar)
10 gr. de sirope de agave
30 gr. de aceite de coco
100 gr. de cereal crujiente (puede ser arroz hinchado o copos de trigo integral), podéis buscar versión sin gluten

Preparación:
Fundir al baño maría o al microondas a poco a poco el chocolate negro, con la mantequilla de cacahuete y el aceite de coco.

Una vez fundido y fuera del calor, añadir el sirope de ágave e incorporarlo.
Añadir los cereales y mezclar con una lengua hasta que estén todos impregnados.

Es posible que tengáis que añadir más para que os quede una masa más contacta, aunque yo en mi caso no lo hice. También va un poco a gustos...

Verter toda la mezcla en un molde de plástico o cristal con papel vegetal y dejar solidificar en la nevera. También le podéis dar un toque de congelador.


¡Veréis qué rico y qué saciante!👌

¡Espero que os guste!

Hasta la próxima, que espero que sea antes de dos meses 😉 BESOTE!

21 de marzo de 2017

Rocas de choco





Tengo pendiente de colgar esta receta des de hace por lo menos dos meses, cuando colgué la foto en instagram. Me está costando mucho seguir con el blog con la cantidad que cosas que tengo ahora mismo en marcha. 


Entre estudiar, trabajar, y vivir cuando puedo, poco tiempo me queda para pararme a mirar recetas, hacer pruebas para veganizar platos y meterme en la cocina, y aun menos para hacer el paripé de las fotos y ponerme a escribir entradas. Pero bueno, aquí estoy, a aprovechar estos minutos que tengo ahora!

Son las típicas rocas de choco y las hice para aprovechar unos restos de cereales que tenía hace tiempo y que nadie en casa come. Se hacen en un moemnto, no llevan nada de origen animal y encantan a todo el mundo. 


Además que son bocados relativamente sanos, un capricho saludable siempre que sea bajo control (bendito el que lo consiga...) ya que no llevan azúcar añadido más que el naturalemente presente, y lleva frut@s sec@s y el chocolate es del 85%, es decir, alta cantidad de cacao y baja cantidad de azúcar.


Son sencillisimas, muy versátiles (se les puede añadir lo que uno quiera, especias, hierbas, frutos...) y el resultado es realmente rico, en casa nos encanta tener un bocado dulce después de las comidas, sea un trocito de chocolate, algun postre casero, un caramelo o un puñado de pasas :P

Ingredientes: (para unas 16 rocas grandes)
200 g. de choco negro o 85%
20 gr. de aceite de coco
25 gr. de almendras troceadas (opcional)
40 gr. de pasas (opcional)
80-90 gr. de copos de cereales integrales

Preparación:
Fundir el chocolate negro con el aceite de coco al baño maría o al microondas, con cuidado.

Añadir los copos de cereales enteros al bol con el chocolate fundido completamente junto con las pasas, y las almendras troceadas (pueden ser crudas o tostadas).

Con una esatula empezar a mezclar con movimientos envolventes hasta que todos los cereales estén completamente impregnados de chocolate.
Dejar atemperar 5-10 minutos, para que el chocolate espese y sea más fácil de manipular. Si la mezcla está demasiado líquida se le pueden añadir más cereales, o de lo contrario, más chocolate fundido.


Con la ayuda de una cuchara, empezar a hacer montoncitos sobre una bandeja con papel sulfurizado. Dejar solisificar en la nevera durante 20 minutos. ¡ROCAS LISTAS!

Un placer volver a leer vuestros comentarios. ¡Gracias por las visitas!

22 de febrero de 2017

Carrot cake vegano

 

Hacía muschisima que no preparaba un carrot cake, y con lo que me gustan... Yo era la tipica que pensaba 'pastel de zanahoria?! Pero si la zanahoria es para las ensaladas... 😖'

Hasta que no lo probé en Irlanda al cabo de unos años no me dí cuenta de lo que me perdía. Y luego lo publiqué aquí... Un todo señor pastel, con cobertura 'frosting' de queso y todo.


Así que hace unos días ví este en el blog de Isabel, y solo leer los ingredientes y ver las fotos super que iba a hacerlo. ¡¡Isabel eres una bendita artista!!

Lo mejor es que lo he veganizado - llamadme obsesa - porque ahora me da por veganizar todo lo que veo, y el resultado ha sido fantástico.


He sustituído huevos por plátano (que tienen más o menos el mismo efecto), la miel por ágave y las nueces por almendras (porque mi hermao es alérgico a las nueces, aunque creo que queda mucho mejor que con almendras..).

Queda un bizcocho súper rico de miga suelta y con un sabor a zanahoria, coco y plátano muy tropical.


Ingredientes:
para la cobertura de zanahoria:
300 gr. de zanahoria (peso una vez rallada)
50 gr. de coco rallado
50 gr. de panela molida (o azúcar moreno de caña integral)
4 cdas. de sirope de agave

para el pastel:
220 gr. de zanahoria (peso una vez rallada)
125 gr. de almendra molida (puede ser molida casera)
130 gr. de panela molida o azúcar moreno de caña integral.
3 plátanos medianos maduros
75 ml. de AOVE
Una pizca de sal, canela en polvo y nuez moscada
175 gr. de harina de trigo (puede ser integral)
1 cda. de levadura

Preparación:
Para rallar la zanahoria, yo lo he hecho con termomix, 5 segundos a velocidad 4.

Forrar un molde redondo con papel vegetal y engrasar los lados con spray desmoldante o aceite. Mezclar todos los ingredientes de la cobertura y con esa mezcla hacer una capa en la base del molde, presionando para que quede fijo.

Precalentar el horno a 180ºC.

Para el pastel mezclar la zanahoria rallada (se puede rallar también con TMX),  con la almendra molida y el azúcar o panela.

Añadir los 3 plátanos chafados a tenedor (que no queden muchos grumos), integrar y luego añadir el aceite. Por último añadir la harina tamizada con la levadura, una pizca de sal, un poco de canela y de nuez moscada.


Verter la mezcla en el molde y hornear 25-30 minutos, controlando la cocción.

Y ya está listo. Se puede conservar hasta 3 días en un recipiente hermético. Queda delicioso y con la cobertura de zanahoria se hace distinto al típico 'cheese cream'.

Y como siempre... ¡Gracias por llegar hasta aquí! Un besito enorme guap@s 💚

8 de febrero de 2017

Raw cookies de avena y cacahuete


No se porqué ultimamente me cuesta muchísimo encontrar momentos para publicar, tengo tantas cosas en marcha cada día que no doy abasto.

Ya a duras penas tengo tiempo para hacer recetas más elaboradas (bendito tiempo libre de verano...) y mis comidas son bastante más sencillas, los que me seguís en Instagram lo sabéis 😊


La receta original es de la página de Coffee and Brunch Bcn, os recomiendo la visita porqué hay muchas recomendaciones sobre dónde comer en Barcelona y mola mucho! Yo le he quitado la miel (y os aseguro que está bastante dulce como tal), he cambiado el coco rallado por la harina de almendra y he hecho cantidad para 6 galletas.


Estas cookies sin hornear son energéticas, sanas y saciantes, y se hacen en un plis, ¡ya veréís como encantan! Además yo le he puesto nueces pero se le puede poner cualquier fruto seco y son perfectas:)

Ingredientes: (para 6 unidades)
80 gr. de mantequilla de cacahuete (puede ser casera)
40 gr. de aceite de coco derretido
70 gr. de copos de avena
50 gr. de nueces partidas a trozos
25 gr. de harina de almendra (se puede usar coco rallado)
Opcional: 1 cda. de sirope de ágave o miel (no es necesario)


Preparación:
Engrasar los moldes de magdalena con spray desmoldante o con aceite.

Fundir al fuego en un cazo el aceite de coco con la mantequilla de cacahuete hasta el completo.

Añadir la avena e incorporar. Apagar el fuego. Añadir las nueces y la harina de almendras. Si está muy denso se puede añadir un poco más de mezcla de aceite de coco y mantequilla de cacahuete.

Colocar una cuharada grande en cada molde de magdalena, presionando con una cuchara para que la masa coja bien la forma y dejar que solidifique en la nevera al menos 2 horas.

Se pueden desmoldar con la ayuda de un cuchillo repasando los bordes.

Aguantan perfectamente 3-4 días en el frigorífico.

Espero que os gusten, son rápidas y son un buen recurso para media mañana o para la merienda 👌