De verdad que es el helado de vainilla más bueno que he probado en mi vida. Es muy pero que muy cremoso y se deshace en la boca que da gusto… buff! En verano lo empezé a hacer, empezando solo por la mitad de la receta, pero el mismo día que lo hice, voló. El día siguiente la hice entera, y hasta vinieron unos amigos a probarlo! A la tercera ya hice el doble de lo que indicaba la receta, el problema fue que ya no me cabía en el molde! jajajajaja
Bueno, aquí está. Esta receta es solo la mitad del total y la saque del libro Pasión por el chocolate, de la editorial elfos:
Ingredientes:
- 1 vaina de vainilla
- 150 ml. de leche entera
- 150 ml. de nata para montar
- 3 yemas de huevo
- 75gr. de azúcar
- Cortar la vaina de vainilla longitudinalmente y raspar sus semillas con la punta de un cuchillo y dejarlas en un cuenco. Hacerlo con cuidado, ya que se pegan en todas partes y son difíciles de despegar.
- En un cazo, llevar a ebullición la vaina con la leche y la nata. Cuando hierva, retirar del fuego y dejarlo infusionar, tapado, unos 30 minutos.
- Batir las yemas y el azúcar en el cuenco junto con las semillas de la vainilla hasta que tomen un color palido y cremoso. Volver a llevar a ebullición la mezcla de la nata y la leche y verterlo caliente sobre los huevos, removiendo si parar hasta que la textura sea uniforme. Devolver esta mezcla al cazo. Cocerla a fuego bajo, removiendo con una cuchara de madera hasta que se pegue en su dorso, pero no en exceso para no cortarla.
- Dejar que se enfríe y la congeláis en un recipiente apto. Cada 1 o 2 horas lo mezclais con un tendor para romper los cristales hasta que este del todo solidificado (son unas 4 veces)
- ¡LISTO Y RIQUÍSIMO!