17 de diciembre de 2012

Pastel tres leches


Este es, sin duda, uno de los mejores pasteles que he probado. La dulzura de la nata con la leche condensada y la leche evaporada crea una combinación de sabores increíble, eso sí, no se puede decir que sea especialmente light, aunque no hay nada que no se pueda curar (o quemar) más tarde. El caso es que es una receta mexicana que probé en el restaurante 'El rincón Maya', y que luego busqué en internet por simple curiosidad, hasta encontrar la que me parecía más adecuado y me animé a hacerla. Esta es del blog bake-mania.com, aunque con algunas pequeñas modificaciones en cantidades. El resultado es de verdad sorprendente.

Ingredientes:


Mezcla de las yemas y el azúcar
  • 1 taza de azúcar
  • 1 y 1/2 cucharadita de levadura en polvo
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 5 huevos (con claras y yemas separadas)
  • 1 cucharadita de vainilla líquida
  • 1/3 de taza de nata para postres
  • 1/3 de taza de leche
  • 300 ml de leche evaporada Ideal
  • 3/4 del bote de leche consensada La Lechera (aprox. 270 ml.)

Incorporando las claras a punto de nieve

Preparación:


  1. Precalentar el horno a 175 º C y engrasar el molde que vayais a utilizar forrando la base con papel vegetal.
  2. En un bol, tamizar la harina, la levadura y la sal.
  3. Batir únicamente las yemas con la mitad del azúcar durante unos minutos hasta que tome un color claro y quede una mezcla muy homogénea.
  4. Luego incluir la leche y la vainilla y batir.
  5. Esta mezcla, la vertéis sobre la anterior de la harina y la incorporamos con unas varillas manuales.
  6. En otro bol, batir las claras a punto de nieve, y luego les añada la otra mitad del azúcar.
  7. Agregar las claras a la masa anterior y con la ayuda de una espátula y movimientos envolventes, homogeneizar la masa.
  8. Verter al molde y horneare durante 30 - 40 minutos. Veréis que en el horno se hincha mucho, pero al salir, queda normal.

Cuando esté frio, le damos la vuelta, ya que la parte de abajo es más atractiva que la de arriba.
Lo pinchamos con un tenedor por todas partes, cuanto más agujeros tenga, más filtrarán las leches y más jugoso quedará. Por tanto, sin miedo: a pinchar! (Es mejor tener el pastel ya colocado sobre el plato en que se servirá, y a ser posible que no sea totalmente plano, ya que después, la mezcla de las leches podría derramar).
En una jarra, mezclar entonces la nata, la leche evaporada y la leche condensada y poco a poco, ir vertiéndolo sobre el pastel . A medida que vaya absorbiendo, ir añadiendo más. Este proceso puede tardar un poco (de una a dos horas), así que podéis hacer otras cosas mientras el pastel trabaja. Solo lo vais controlando de vez en cuando hasta que toda la mezcla de leches haya sido vertida. (Es importante hacer hincapié sobre las esquinas de la tarta - ayudando un poco -, ya que la leche tiende a ir mayoritariamente al centro y las esquinas quedarían más secas). Podéis clavar el tenedor algunas veces más para que absorba con más rapidez mientras la leche este vertida.
Quizás se forma una pequeña balsa de leche en el plato, pero ya se irá absorbiendo al tiempo, dejándolo reposar a temperatura ambiente durante un buen rato.
Cuando ya esté listo, podéis dejarlo enfriar en la nevera, ya que frío es más bueno, pero con cuidado con esto porque la mia seca mucho los alimentos y la ha secado demasiado, aunque está buenííííísima igualmente!
Muy buen provecho! :)


El pastel, absorbiendo las leches
La parte superior y la inferior

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vuestros comentarios son indispensables para el blog, ¡mil gracias!
Podéis escribirme a mirecosti@gmail.com