28 de noviembre de 2014

Trufas de oreo


Culo veo culo quiero.

Constantemente veo recetas publicadas en otros blogs que automaticamente pongo en mi lista mental de platos pendientes a preparar, que se apiñan y amontonan hasta que la lista se resetea. Y vuelta a empezar...

Y después de las trufas que hice hace poco, me quedé con ganas de experimento.


Descubrí el blog de una simpatica mexicana, Karla. Os lo recomiendo si no lo conocéis porque es chulísimo. Dándo una vuelta caí afortunadamente (o desgraciadamente, según se mire) en esta receta. Me entró un antojo enorme y a las pocas horas ya tenía varias trufas pegadas al paladar.


...De oreo... es decir: deliciosas, espectaculares, incansables, adictivas. Nada más y hasta aquí.

La decoración corre a cuenta de cada uno. Quedan muy monas tal y como yo las he hecho, o rebozadas con Candy Melts de colores.


Ingredientes (para 16-20):
  • 16 galletas
  • 90 gr. queso crema (tipo Philadelphia)
  • Chocolate negro fondant (de postres, para fundir)
  • Chocolate blanco fondant
  • Chocolate con leche
  • Topings diversos: oreos trituradas, perlas de azúcar, fideos de chocolate, arcoiris, grajeas...
Elaboración:
Triturar las galletas. Mezclar con el queso.

Enfriar la masa en la nevera al menos 20 minutos. Haced bolas y enfriarlas de nuevo.


Fundir los chocolates y con la ayuda de palillos de brocheta ir rebozando las trufas.


Cubrirlas a vuestro gusto como en las fotos.


Espectaculares ¡no?, sorprenden a cualquiera;)

¡Besitos guapos/as!

12 de noviembre de 2014

Como hacer Dulce de membrillo casero y mi AIG 2014


Hace mucho que tenía curiosidad por hacer membrillo casero pero como nunca lo había encontrado en las fruterías que suelo frecuentar así que no me lo había planteado.

Probando con diferentes quesos: fresco (dcha.), semicurado (izqda.) y curado (al fondo). Los dos primeros los mejores

Si habéis probado el membrillo casero sabréis que no tiene nada que ver con el comercial. En casa somos bastante queseros y a mí y a mi madre nos encanta combinarlo con membrillos o mermeladas de tomate, pimiento, cebolla... (cuando las hay) por el placer del contraste dulce.

El caso es que descubrí una frutería cerca de casa que vende y volví al día siguiente para llevarme 2 kg (se me fue la olla de la emoción).


Me ha salido membrillo como para cuatro familias musulmanas. Teniendo en cuenta que entre yo y mi madre tomamos igual tres o cuatro cuñas pequeñas al día, podemos tardar unos 2 meses en acabarnoslo todo, o le daré alguna otra salida ;)

Ingredientes (para DOS moldes de loaf/plum cake llenos hasta 1/3 -haced la mitad si no queréis tanto-):

  • 1400 Kg de puré de membrillo (más abajo explico como hacerlo) (son alrededor de 2 kg de membrillo entero)
  • 800 gr. de azúcar blanco
Preparación:

Para hervirlo simplemente llevarlo a ebullición limpio y con la piel en una olla con agua y dejarlo 20-30 minutos, dependiendo del tamaño: hasta que al pincharlo con un cuchillo, se escurra solo. 
Una vez frío, pelarlo y descorazonarlo y pasar la carne por el pasapurés o triturarla bien fina. 

Poner en una olla ancha el puré y el azúcar (siempre se pone la mitad y un poco más de azúcar respecto a la cantidad de puré de membrillo).

Mantenerlo a fuego medio-bajo mezclando con una espátula continuamente, jugando con la potencia cuando notéis que se pega o se suelta más de la base. 

Irá tomando color gradualmente a medida que se carameliza la pulpa. La cantidad que yo hice tardó una hora y veinte minutos.

Cuando el color sea entre ocre casi castaño (marrón para los hombres) verterlo en el molde. Si es de silicona se puede hacer tal cual, si no forrarlo con papel vegetal. Taparlo con film y guardarlo en la nevera al menos dos horas. 


Al enfriarse se queda completamente sólido. Como más días pasan mejor sabe.

Y hasta aquí todo lo que lleva azúcar. 

Después de un par de semanas de impaciente espera por fin he recibido mi AIG 2014. Un amigo invisible gastronómico entre bloggeros del que hablo en esta entrada.

De invisible tiene poco pues cada uno sabe de dónde viene su paquete, pero la gracia es enviar y recibir regalos de gente que no conoces y a mí me ha encantado. 

Yo se lo hice a Raquel de Un angel en mi cocina y mi Amigote ha sido Mar de El Taller de los dulces.
Madre y trabajadora en su propia empresa de organización de eventos de mesas dulces, regalitos hechos a manos y una serie de cositas muy simpáticas. Todo lo que he recibido era de su tiendas así que he podido ver la calidad de su negocio:)


Una taza con su plato, una tetera, una bandejita, unas servilletas con dibujos de macarons, 5 sobres de azúcar de colores, bombones, unas galletas, una felicitación de navidad, un punto de libro, unos posavasos, dos etiquetas con mi nombre, unos caramelos y un recetario para rellenar^^


Mil gracias por todo Mar, ¡¡no podría haber sido mejor!! 

Feliz domingo y semana que le sigue;)

10 de noviembre de 2014

Cómo hacer tahini casero

Tengo varias recetas que me piden pasta de sésamo y a raíz de eso me propuse hacerlo yo en casa, porque los precios en el mercado suelen ser bastante alto... Suelo usarlo mucho para patés vegetales como el Baba Ganoush o Hummus. 

Además por partida doble, la parte líquida puede usarse como aceite de sésamo en platos orientales!

La receta es fácil y rápida, se trata de usar el doble de aceite que de semillas, triturarlo, colarlo et voilà

Ingredientes:
  • 200 gr. de semillas de sésamo blanco (o negro si queréis tahini negro) 
  • 100 gr. de aceite de girasol (o cualquier aceite vegetal que tenga poco sabor)*
  • Un colador lo más fino posible (yo uso el mismo que uso para tamizar la harina)
  • Un trapo o tela limpio fino (o malla o gasa fina)
  • Un robot de cocina potente (Thmx, túrmix de vaso...)
* El aceite es una ayuda a la hora de triturar, se puede hacer sin aceite o añadiendo muy poca cantidad si vuestro robot es muy potente.

Preparación:
Hay varios tipos de tahini, el sabor será más fuerte y caramelizado si las semillas son tostadas, pero eso depende del gusto personal o la preparación a la que vaya destinado. 

Para tostarlas basta con darles una vuelta en una sartén sin aceite ni nada, hasta que toman algo de color (No las descuidéis porque empiezan a saltar como palomitas, comprobado en primera persona),  o bien al horno 10 minutos a 170ºC. Dejarlas enfriar antes de triturarlas.

Poner todas las semillas en el robot con una cucharada de aceite y triturarlo. Parar para remover y sacar restos de las paredes y volver a triturar. 
Añadir un poco más de aceite si lo consideráis necesario para ayudar a triturar y seguid así hasta que las semillas liberen la grasa y quede una pasta más bien líquida pero densa. 



Colocar la gasa encima del colador y este encima de un bol y verter el resultado en la gasa. Y ahí ya está casi todo hecho. Dejarlo reposar durante unas cuantas horas o toda la noche


Después escurrir al máximo el trapo, aprovechando el máximo de aceite posible. Lo que quede dentro del trapo será el tahini. 
Es una pasta bastante densa, según como la queráis se puede usar tal cual o triturarla otra vez, yo he probado las dos cosas y me gusta más espesa que líquida. Mirad las dos versiones de una misma pasta:


Colar el aceite que queda en el bol por si acaso, tirando el poso que queda al final que son impurezas líquidas.

Por una parte tenemos el aceite escurrido y por otra el tahín. ¿Genial no?
Este aceite de sésamo pierde sabor con el tiempo, así que os recomiendo que lo uséis como antes mejor.

Aquí algunas de las recetas en las que he usado tahín:

Un beso y disfrutar de la semana!;)

5 de noviembre de 2014

Bizcocho invertido de piña colada


Tenía esta entrada preparada hará casi un año.

De esas que empiezas a escribir y se quedan en borradores, pero se me olvidó y hasta ahora que viendo fotos me he acordado y me he puesto a terminarla porque vale muchísimo la pena.

Es un bizcocho común pero de esos que quedan tan jugosos que se deshacen en la boca. En mi casa nos encanta y el sabor los trozos de piña le quedan genial.


Si además se le añade el coco el sabor queda más matizado y fresco como el cocktail de piña colada.

Las fotos no son lo más de lo más, pero qué decir... vas comiendo trocitos pequeños hasta que te has comido 1/4 y vas sin freno y en bajada.

Adaptación de Maria Dolores, Cuinant (Seguro que lo conocéis, es magnífico)


Ingredientes:

  • 1 lata grande de piña en su jugo (guardar el zumo para luego)
  • 130 gr. de azúcar
  • 60 gr. de mantequilla
  • Guindas (opcional)
Para el bizcocho:
  • 3 huevos
  • 160 gr de azúcar
  • 100 gr. de aceite de girasol
  • 1 yogurt natural
  • 100 gr. de harina
  • 100 gr. de coco (0 75 gr. de harina común si lo preferís)
  • 8 gr. de levadura
  • Ron y el zumo de piña de la lata
  • Unas gotas de esencia de vainilla (opcional)


Preparación:
Para la piña de la base:
Poner el azúcar y la mantequilla en una sartén hasta que se funda y empiece a tomar color caramelo. Añadir las rodajas de piña y caramelizarlas un par de minutos por cada lado. Luego ponerlas directamente en la base de un molde redondo forrado con papel vegetal o bien engrasado hasta cubrir toda la base, dejando sitio para las guindas, o no jeje.
El caramelo sobrante se puede verter también sobre la piña para dar más jugosidad al bizcocho.

Poner el coco a hidratar en un bol, con zumo de piña y ron (a partes iguales) hasta cubrirlo del todo.
Precalentar el horno a 180ºC.

Para el bizcocho:
Batir los tres huevos con el azúcar y la sal hasta espumarlos, añadir el aceite y el yogurt y batir de nuevo.
Añadir la harina y la levadura tamizadas y mezclar con cuidado y el coco (o la harina si no usáis coco) con el jugo de hidratarlo incluido. Por último las gotas de vainilla.

Verter tal cual sobre la piña y hornearlo a 180ºC unos 30-35 minutos.